Por Martín Balza*
LAS HOSTILIDADES SE DETENDRÁN
Después del hundimiento del Belgrano el general Galtieri aseguró: “Las hostilidades se detendrán y se replantearán las negociaciones ya con verdaderas posibilidades de solución” (Túrolo, C, así lucharon, pág. 103), en Malvinas también lo dijeron los generales Menéndez y Jofre: “Enfrentamiento no habrá”.
Cabal muestra de incompetencia política, diplomática y militar. Hasta el desembarco, y concretado el cerco aeronaval, los efectivos en tierra fuimos sometidos a un desgaste psicofísico en las húmedas y frías trincheras, esperando un desembarco que los jefes de unidades tácticas apreciábamos que no se realizaría sobre Puerto Argentino, donde nuestra defensa era más fuerte, y se afectaría a la población civil.
La Junta Militar en el continente y Menéndez y Jofre pensaban lo contrario, y descartaron como muy probable la Bahía de San Carlos, a pesar de que un isleño había alertado que era el lugar más adecuado para el desembarco. Ignoraban lo expresado por el general y escritor británico Basil H. Liddell Hart: “Nuestro examen ha relevado un gran número de campañas en las cuales lo ´indirecto de la aproximación´ es tan significativo como lo decisivo de los resultados” (Estrategia: la aproximación indirecta, Círculo Militar, pág.31).
Los británicos desembarcaron el 21 de mayo en la desprotegida zona de San Carlos, a 90 Km de la localidad; solo encontraron una muy leve resistencia, ejercida por una pequeña fracción de 62 hombres a cargo del teniente primero Carlos Esteban del Regimiento de Infantería 25. Aun así, los altos mandos continuaban creyendo que era una operación secundaria de distracción.
En junio de 1944, días después de que los Aliados habían consolidado la cabeza de playa en Normandía (Francia), Hitler- y sus obsecuentes generales, evidenciando una incompetencia y obediencia patológica- continuaban apreciando que “era una operación de distracción”, y también contaban con información precisa sobre el lugar del desembarco (Operación Overlord). Cualquier similitud con el desembarco en San Carlos no es mera coincidencia. Comparto con Patrick Rothfusse: “El poder y la estupidez juntos son un peligro”.
GUERRA ELECTRÓNICA
Su finalidad es explorar las emisiones electromagnéticas y engañar al adversario, y se realiza con equipos especiales que constituyen un componente relevante de la guerra actual.
Se remonta a 1905, en la batalla naval de Tsushima, donde la flota japonesa derrotó a la zarista. En Malvinas: “Los estadounidenses siguieron siempre con sus satélites los puertos y naves argentinas y habían advertido a los británicos la inminencia del desembarco el 2 de abril. Sirviéndose de la gigantesca National Security Agency y de los satélites de comunicaciones COMSAT, quebraron el secreto de los códigos argentinos y pasaron a sus aliados valiosísimas informaciones” (De Arcángelis, Mario, Historia de la guerra electrónica, pág. 34). Me consta cómo nos afectaron.
INFORME RATTENBACH
Fue confeccionado en 1983 por una Comisión integrada por los generales Benjamín Rattenbach y Tomás Sánchez de Bustamante, los almirantes Alberto Vago y Jorge Boffi, y los brigadieres Carlos Rey y Francisco Cabrera, para determinar las “Responsabilidades Políticas y Estratégico-Militares en el Conflicto del Atlántico Sur”.
No tuvo capacidad de juzgamiento pues no era un órgano jurisdiccional, pero aprecio que fue el trabajo más serio y profundo sobre las responsabilidades citadas. En extrema síntesis, con respecto sobre las decisiones y responsabilidades de la Junta Militar (Galtieri, Anaya y Lami Dozo), sentenció:
* No realizó una apreciación completa y acertada de la reacción británica, de los Estados Unidos (EEUU), del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de la Comunidad Económica Europea y de la Organización de los Estados Americanos. A pesar de que el Gobierno estaba seriamente desprestigiado internacionalmente, que los EEUU nos habían embargado e impedido importar armamento, que no teníamos buena relación con los países No Alineados y que el conflicto con Chile estaba vigente, y subestimó o ignoró el probable proceder en apoyo del citado país al Reino Unido.
*Condujo a la Nación a una guerra, sin estar debidamente preparada para un enfrentamiento de semejante magnitud, pues se trataba de una potencia del Primer Mundo que recibiría el apoyo de los más importantes países. No logró su objetivo y llevó nuestro país a una crítica situación política, social y económica.
*Desaprovechó las contadas y concretas oportunidades que se tuvieron para lograr una solución honorable del conflicto.
*Confundió- con premeditada intencionalidad- un objetivo circunstancial y subalterno, como la necesidad de revitalizar la alicaída dictadura militar, con una gesta aglutinadora y legítima de reivindicación de algo incuestionablemente argentino.
* No evaluó que tras la reacción británica y la amenaza de Chile nos encontraríamos en una guerra de dos frentes, imposible de sostener.
En lo relacionado con las unidades que combatieron, puntualizó: “Es importante señalar que hubo unidades que fueron conducidas con eficiencia, valor y decisión. Ya en la espera y en el combate el rendimiento fue siempre elevado. Tal el caso de la Fuerza Aérea, la Aviación Naval, los medios aéreos de las tres Fuerzas destacados en las islas, El Comando Aéreo de Transporte, los Grupos de Artillería 3 y 4 del Ejército, la Artillería Antiaérea eficazmente integradas, el Batallón de Infantería de Marina 5, el Escuadrón Blindado 10, las Compañías de Comandos 601 y 602 y el Regimiento de Infantería 25”.
Lamentablemente, no puedo obviar la sentencia de Jorge L. Borges: “El mayor defecto del olvido es que a veces incluye la memoria”.
*Ex Jefe del Ejército Argentino. Veterano de la Guerra de Malvinas. Ex Embajador en Colombia y Costa Rica.